El alumbrado público por ejemplo, representa el 70% de la factura energética de los ayuntamientos.

Una medida en el ahorro energético, así como en el ahorro de las facturas,  es la utilización de dispositivos de control automático adecuados, como son los interruptores crepusculares, que realizan las maniobras de encendido y apagado ajustándose lo máximo posible a las necesidades de los usuarios y permitiendo así un notable ahorro en los costes energéticos, evitando consumos y costes innecesarios.

Esta nueva solución de eficiencia energética está especialmente dirigida al sector del edificio y de las infraestructuras. Sus posibles aplicaciones son: alumbrado de zonas públicas e iluminación de monumentos, de aparcamientos exteriores, letreros y escaparates de tiendas, locales comerciales, iluminación de tipo industrial, etc.

Estos dispositivos controlan el encendido y apagado de la iluminación  con máxima precisión, ya que su funcionamiento consiste en la comparación continúa del nivel de luz del ambiente con el nivel de luz previamente ajustado por el usuario en la instalación.

Cuando la luz natural no es la suficiente, es decir, es inferior al nivel de Lux previamente fijado, la iluminación se activa automáticamente; mientras que, en el caso de que el nivel de luz ambiental sea superior al nivel de luminosidad fijado, la iluminación se desconecta.

Un claro ejemplo de ello son los carteles o rótulos luminosos de los comercios, su iluminación es encendida al anochecer y es desconectada con la salida del sol.

Además disponen de un tiempo de seguridad, es decir, si el nivel de luz ambiental desciende por debajo del nivel ajustado la iluminación no se enciende al instante, sino que dicha condición ha de permanecer durante el tiempo de seguridad para que sea posible la activación de la iluminación.

Con esta función se consiguen evitar falsos e innecesarios encendidos/apagados, como por ejemplo cuando los faros de un automóvil o mismamente un rayo inciden de forma puntual sobre el interruptor crepuscular, o cuando simplemente una nube tapa el sol durante unos instantes.

El relé del que disponen abre o cierra sus contactos en función del resultado de dicha comparación. Cuando la cantidad de luz es suficiente el relé no funciona y por tanto cierra sus contactos, haciendo que la iluminación no se encienda.

• Rótulos y escaparates comerciales
• Iluminación de portales de edificios de viviendas
• Aparcamientos
• Señalizaciones, carreteras
• Alumbrado público: jardines, parques, monumentos…
• Protección contra vandalismo, al iluminar zonas oscuras

Estos dispositivos de control según la luz del ambiente permiten realizar de manera eficiente las maniobras de encendido y apagado en alumbrados públicos y privados de forma automatizada.

La desventaja que puede presentar su utilización en alguna de las citadas aplicaciones, es que en muchas ocasiones están situados en zonas de difícil acceso, es decir,  zonas de elevada altura para el  acceso del usuario, por lo que puede resultar complicado su mantenimiento o ajustes.

• No debe haber obstáculos delante de la fotocélula, ya que éstos podrían dificultar el paso de la luz natural.
• Asegúrese de que la carga controlada por el interruptor crepuscular no está dirigida al sensor-fotocélula del mismo, ni tampoco bajo ningún foco de luz.
• Evitar que la sombra haga efecto sobre el interruptor.
• Para un funcionamiento óptimo instale el interruptor orientado hacia el Norte.