Esta tecnología es la combinación de las dos principales tecnologías en las que se basan la mayor parte de los detectores de presencia/movimiento.

Se basa en el empleo simultáneo de un sensor de infrarrojos (sensible a variaciones de energía térmica) y un sensor de microondas (sensible a movimientos). Solamente se produce la activación de la carga luminosa cuando existe la doble detección (radiación infrarroja y movimiento). Esta tecnología engloba tanto las características de una como las de la otra, las cuales han sido explicadas detalladamente en los apartados anteriores.

La principal ventaja que presenta este tipo de tecnología mixta es que se consiguen

eliminar gran parte de las posibles detecciones falsas y erróneas que presentaba cada tipo de tecnología por separado, como el falso encendido debido a corrientes de aire, caídas de objetos… ya que los cambios de temperatura pueden disparar el sensor PIR, pero no el microondas; o el movimiento de un árbol puede disparar el sensor microondas pero no el PIR. Consiguen también un aumento de la sensibilidad y de la superficie cubierta.

Este tipo de detectores son los más adecuados para espacios donde se requiere un alto nivel de detección, como salas de conferencia o aulas, así como el resto de situaciones en las que el resto de tecnologías causaría errores.